LA COMUNION MATUTINA CON EL OCEANO COSMICO DE SONIDO.
Madre Sonido.
Yaces relajado en un torrente de montaña, el agua fluye fresca al rededor de ti en una dirección de cabeza a pies.
A ambos lados de la corriente hay bancos de flores y pasto, y en la distamcia arbustos y arboles, tibia luz del sol se filtra a través de las verdes hojas.
Respira profundamente, repitete a ti mismo las palabras «SONIDO, CORRIENTE», y concéntrate solo en el tranquilizador sonido de cascada de las aguas corrientes de la rápida corriente.
Deja que el sonido penetre tu mente y cuerpo hasta que escuches en tu oído interno la música de las esferas.
Al final de esta comunión di: «Gracias te doy, Madre Tierra, por tus sonidos que sanan mi cuerpo y mi mente y me levantan a la presencia de la eterna e infinita corriente de sonido».